La diversificación es una estrategia financiera que consiste en distribuir el capital invertido entre diferentes tipos de activos, con el fin de reducir el riesgo y aumentar la rentabilidad. Sin embargo, no basta con tener una variedad de activos, sino que es necesario elegirlos de forma inteligente, teniendo en cuenta su correlación, su volatilidad y su potencial de crecimiento.
En este artículo, te explicaremos qué es una cartera inclusiva de activos, cuáles son sus características, beneficios, cómo se aplica y algunos consejos para crearla.
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¿Qué es una cartera inclusiva de activos?
Una cartera inclusiva de activos es aquella que incluye activos de diferentes clases, sectores, regiones y monedas, que tienen una baja o negativa correlación entre sí, es decir, que no se mueven en la misma dirección ni al mismo ritmo. De esta forma, se logra una mayor diversificación y se minimiza el impacto de las fluctuaciones del mercado en el conjunto de la inversión.
Algunos ejemplos de activos que pueden formar parte de una cartera inclusiva son:
- Acciones: Son participaciones en el capital de una empresa, que otorgan derechos económicos y políticos a sus propietarios. Las acciones pueden ser de diferentes tipos, según el sector al que pertenezcan (tecnología, salud, consumo, etc.), el tamaño de la empresa (grande, mediana o pequeña), la región donde operen (Estados Unidos, Europa, Asia, etc.) o la moneda en la que coticen (dólar, euro, yen, etc.).
- Bonos: Son títulos de deuda emitidos por entidades públicas o privadas, que prometen pagar unos intereses periódicos y devolver el capital al vencimiento. Los bonos pueden ser de diferentes tipos, según el emisor (gobierno, corporación, organismo internacional, etc.), el plazo (corto, medio o largo), la calificación crediticia (alta o baja) o la moneda en la que se denominen.
- Fondos: Son vehículos de inversión colectiva, que reúnen el dinero de varios inversores y lo invierten en una cartera diversificada de activos, según una política definida. Los fondos pueden ser de diferentes tipos, según el tipo de activo en el que inviertan (renta variable, renta fija, mixto, etc.), el estilo de gestión (activo o pasivo), el nivel de riesgo (conservador, moderado o agresivo) o la comisión que cobren.
- Materias primas: Son bienes físicos que se producen o extraen de la naturaleza, como el oro, el petróleo, el gas natural, los metales industriales, los productos agrícolas, etc. Las materias primas pueden ser una fuente de diversificación y protección frente a la inflación, ya que suelen tener una baja correlación con otros activos y su precio depende de la oferta y la demanda mundial.
- Criptomonedas: Son monedas digitales que funcionan mediante un sistema descentralizado y encriptado, basado en la tecnología blockchain. Las criptomonedas pueden ser una alternativa a las monedas tradicionales y ofrecer un alto potencial de rentabilidad, pero también implican un alto riesgo y volatilidad.
¿Cuáles son las características de una cartera inclusiva de activos?

Una cartera inclusiva de activos se caracteriza por:
- Tener una amplia diversificación: Una cartera inclusiva debe incluir activos de diferentes clases, sectores, regiones y monedas, para aprovechar las oportunidades que ofrece cada uno y reducir la exposición a los riesgos específicos.
- Tener una baja correlación: Una cartera inclusiva debe buscar activos que tengan una baja o negativa correlación entre sí, es decir, que no se muevan en la misma dirección ni al mismo ritmo. De esta forma, se logra un equilibrio entre los activos que suben y los que bajan, y se reduce la volatilidad global.
- Tener un buen rendimiento ajustado al riesgo: Una cartera inclusiva debe buscar activos que ofrezcan un buen rendimiento ajustado al riesgo, es decir, que compensen el nivel de incertidumbre que implican con una rentabilidad esperada acorde. De esta forma, se maximiza el beneficio potencial y se minimiza la pérdida posible.
¿Cuáles son los beneficios de una cartera inclusiva de activos?
Una cartera inclusiva de activos ofrece los siguientes beneficios:
- Reduce el riesgo: Al tener una amplia diversificación y una baja correlación, una cartera inclusiva reduce el riesgo de perder dinero por las fluctuaciones del mercado o por la quiebra de una empresa o un país. Además, al incluir activos que actúan como refugio o cobertura, como el oro o las criptomonedas, una cartera inclusiva puede proteger el valor de la inversión frente a eventos adversos, como crisis económicas, políticas o sociales.
- Aumenta la rentabilidad: Al tener un buen rendimiento ajustado al riesgo, una cartera inclusiva aumenta la rentabilidad de la inversión a largo plazo. Además, al incluir activos que tienen un alto potencial de crecimiento, como las acciones o las criptomonedas, una cartera inclusiva puede aprovechar las tendencias y las oportunidades que ofrece el mercado.
- Mejora la adaptabilidad: Al tener una variedad de activos, una cartera inclusiva mejora la adaptabilidad a los cambios y a las condiciones del mercado. Además, al incluir activos que tienen una alta liquidez, como los fondos o las criptomonedas, una cartera inclusiva puede facilitar el acceso y la salida del capital cuando sea necesario.
¿Cómo se aplica una cartera inclusiva de activos?
Para aplicar una cartera inclusiva de activos, se deben seguir los siguientes pasos:
- Definir el perfil de inversor: El primer paso es definir el perfil de inversor, es decir, el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir, el horizonte temporal que se tiene y los objetivos que se persiguen con la inversión. Esto ayudará a determinar la proporción adecuada de cada tipo de activo en la cartera.
- Seleccionar los activos: El segundo paso es seleccionar los activos que se van a incluir en la cartera, teniendo en cuenta su correlación, su volatilidad y su potencial de rentabilidad. Para ello, se puede recurrir a herramientas como los índices bursátiles, los fondos cotizados (ETF), las plataformas de trading o los asesores financieros.
- Distribuir el capital: El tercer paso es distribuir el capital entre los activos seleccionados, según el peso que se les quiera asignar en la cartera. Para ello, se puede utilizar el método del porcentaje fijo, que consiste en asignar un porcentaje preestablecido a cada activo; o el método del valor relativo, que consiste en asignar un valor objetivo a cada activo y ajustar su peso según su precio actual.
- Revisar y ajustar la cartera: El cuarto paso es revisar y ajustar la cartera periódicamente, para comprobar su evolución y su desempeño. Para ello, se puede utilizar el método del rebalanceo, que consiste en vender los activos que han subido más de lo esperado y comprar los que han bajado más de lo esperado; o el método del reajuste, que consiste en modificar la composición de la cartera según los cambios en el perfil de inversor o en las condiciones del mercado.
¿Qué consejos se pueden dar para crear una cartera inclusiva de activos?

Algunos consejos que se pueden dar para crear una cartera inclusiva de activos son:
- No poner todos los huevos en la misma cesta: Es importante diversificar la inversión entre diferentes tipos de activos, para evitar depender de uno solo y reducir el riesgo.
- No dejarse llevar por las emociones: Es importante mantener la calma y la racionalidad ante las subidas y las bajadas del mercado, para evitar tomar decisiones impulsivas o erróneas.
- No seguir a la masa: Es importante tener criterio propio y no dejarse influir por lo que hacen o dicen los demás inversores, para evitar caer en modas o burbujas.
- No olvidar el objetivo: Es importante tener claro el objetivo que se persigue con la inversión, ya sea ahorrar para la jubilación, comprar una casa, viajar por el mundo, etc. Esto ayudará a elegir los activos que mejor se adapten a las necesidades y expectativas de cada inversor.
- No descuidar la fiscalidad: Es importante tener en cuenta la fiscalidad de los activos que se incluyen en la cartera, ya que pueden generar impuestos por las ganancias, los dividendos, los intereses o las transacciones. Esto puede afectar al rendimiento neto de la inversión y a la planificación financiera.
Conclusión
Una cartera inclusiva de activos es una estrategia financiera inteligente que permite diversificar la inversión entre diferentes tipos de activos, con el fin de reducir el riesgo, aumentar la rentabilidad y mejorar la adaptabilidad.
Para crear una cartera inclusiva de activos, se debe definir el perfil de inversor, seleccionar los activos adecuados, distribuir el capital entre ellos y revisar y ajustar la cartera periódicamente.
Algunos consejos para crear una cartera inclusiva de activos son no poner todos los huevos en la misma cesta, no dejarse llevar por las emociones y no seguir a la masa. Espero que este artículo te haya sido útil y te anime a crear tu propia cartera inclusiva de activos.